jueves, 25 de octubre de 2018
UNA NOCHE DE LUNA FRÍA Y PÁLIDA
QUIERO QUE NAZCAS, HIJO...........
Quiero que nazcas, ¡ hijo !, con la espada en la mano;
proclamando la estirpe de la que tú provienes;
proclamando tu sangre, tu rango, tu ascendencia.
Quiero que nazcas infundiendo miedo;
quiero que nazcas anunciando celdas,
desangelados patios de cemento,
metálico chirriar y aullar de perros.
Quiero que nazcas, ¡ hijo !, con un vocabulario
de palabras arcanas;
con un vocabulario revestido
de maléfica magia,
que sea ininteligible para el hombre profano :
por los más ignorado,
y usado por los menos - por los nuestros -
para pastorear a las "ovejas "
con los "perros mastines " - si es preciso -
hasta imponer un "orden ",
- el " orden " que conviene a nuestra causa -
hasta imponer "nuestro orden " y el silencio
y que solo se escuchen las campanas.
Quiero que prevalezca tu palabra
mintiendo de manera solapada :
diciendo que el martillo es el que clava
la punta en la madera;
mas no menciones, ¡ hijo !,
no menciones jamás al carpintero,
porque , ¡ hijo mío !, él
es de nuestra familia, de nuestra misma casta,
y es preciso que nadie, nadie, nadie,
- como ha venido siendo preceptivo
a través de los siglos -
nadie vea su cara.
Quiero que nazcas, hijo,
una noche de luna fría y pálida;
una noche de sombras alargadas
en que ocultes, impune,
el desprecio que escupes hacia el Estado Llano,
tu impiedad, tu soberbia, tu calaña.
( Compuesto por Florentino Alejandro Rincón Zapatero
en catorce de marzo de 2014 ).
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