LOS OPUESTOS
( poema )
Si a todo número par
denominamos con " P ",
y a todo número impar
denominamos con " I ",
y en la escuela - siendo niños -
aprendimos a sumar,
bien que podremos decir
que " P " más " P " igual a " P "
y que " I " más " I " también " P ".
Con esto, ¿ viene a ocurrir
que " dos P " igual a " dos I ",
- es decir - " P " igual a " I " ? ;
¿ lo par igual a lo impar ?;
¿ lo blanco igual a lo negro ?;
¿lo moral a lo inmoral ?;
¿ lo escogido a lo vulgar ? ;
¿ lo feraz a lo desierto ? ;
¿ lo álgido a lo cálido igual ? ;
y - por ende - ¿ lo que vive
igual a lo que está muerto ?
¿ No rigen - pues - los opuestos,
esos a los que creemos
motores del movimiento ?
¿ Tal vez no existen ? ¿ Tal vez
todo sea sensación,
todo sea causa, efecto
de lo que desconocemos ?
¿ Tal vez no hay calor, ni frío,
ni alto, ni bajo, ni sombra,
ni luz, y la esclavitud
no viene del albedrío ?
¿ Será todo relativo ?
Creo que no, pues ocurre
que la multiplicación
desarma a aquel argumento :
par por par viene a dar par,
e impar por impar, impar :
he aquí - otra vez - los opuestos.
Pero queda - aún - un enigma,
pues la multiplicación
es de la suma compendio.
Es un enigma aparente,
de fácil discernimiento :
si un número impar de veces
sumo números impares,
un número impar obtengo;
en cambio, sumando pares
- da igual cuantos sean ellos -
siempre a número par llego.
( Pareciera que los pares
tienen su propio criterio,
y quisieran demostrar
que sí existen los opuestos.)
Sea como fuere, ve,
por la senda de los números,
- entre dudas y preguntas -
caminando hacia lo Eterno.
( Creado por Florentino Alejandro Rincón Zapatero
en trece de febrero de 2021 )
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