MÁS SE PERDIÓ EN CUBA
Un joyero calculó
el valor de cierta piedra
preciosa teniendo en cuenta
el cuadrado de su peso,
multiplicado por mil.
Un día vino a ocurrir
que la piedra se partió
en dos trozos, de los cuales
uno pesó cinco gramos
más que el otro. De este modo,
el joyero percibió
que, aplicando a cada trozo
el criterio ya expresado,
el valor de los dos trozos
ascendía, solamente,
al cincuenta y dos por ciento
del valor que aquella piedra
preciosa - lector - tenía
antes de haberse quebrado.
Cuánto pesaba la piedra
es fácil averiguarlo,
con los datos que se han dado.
( Creado por Florentino Alejandro Rincón Zapatero,
en veinticinco de diciembre de dos mil veintidós )
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