QUIEN LO SEPA, QUE LO DIGA.
Llena de vino se hallaba
en mi bodega una cuba,
y otra se hallaba vacía.
Traté de llenar - lector -
la cuba que era vacía
y, por ello, el primer día
en que comencé a llenarla,
eché en ella tanto vino
cuanto era la mitad
del volumen de ella misma;
al día siguiente eché
la mitad que el anterior;
al siguiente la mitad
que el anterior, y así voy
vertiendo vino en la cuba
día tras día - lector -
desde hace un año y un día.
No sé si me creerás,
mas no consigo llenarla,
y no me explico por qué.
Si alguien lo sabe, lo diga,
que yo - lector - no lo sé.
( Creado por Florentino Alejandro Rincón Zapatero,
en veinticuatro de noviembre de dos mil veinticuatro )
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