CUATRO
A una velocidad media
de tres mil metros, por hora,
subí - lector - la ladera
de un cerro hasta que llegué
a su cima y, sin estarme
ni un momento a descansar,
acto seguido, bajé
a una velocidad media
de cien metros, por minuto.
Veintiún minutos tardé
entre subir y bajar
la ladera de aquel cerro,
y aquí quiero averiguar
cuánto mide la ladera,
si en el cálculo no yerro.
( Creado por Florentino Alejandro Rincón Zapatero
en diecisiete de noviembre de dos mil veinticuatro )
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